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Eso no lo sabia…

Imagina que vas caminando tranquilamente por la calle y de repente un perro ladra, un auto pasa muy rápido o se escucha un trueno; ¿qué le pasa a tu corazón? ¿Se acelera? Si alguna vez te has asustado —a todos nos pasa— sabrás que cuando tenemos miedo nuestro corazón late más rápido, pero ¿por qué ocurre esto?

En nuestro corazón existe una serie de células nerviosas que permiten que este órgano tan importante pueda latir, aun cuando estamos dormidos. Sin embargo, como nuestro cerebro es «el capitán» de nuestro cuerpo y está al tanto de todas y cada una de las funciones de los diferentes órganos y sistemas, también tiene cierto control sobre los latidos del corazón.

Para esto, hay dos pares de nervios que salen del cerebro —específicamente del bulbo raquídeo—, pasan por ambos lados del cuello y llegan hasta el corazón. Dos de estos nervios sirven para hacer que los latidos del corazón sean más lentos y tranquilos, mientras los otros dos tienen el efecto contrario: aceleran el corazón y hacen más intensos los latidos.

Cuando algo nos asusta, el cerebro manda una señal al corazón por medio de estos nervios, para que el latido sea más fuerte y más rápido. El objetivo de este latido fuerte es que el corazón bombee más sangre a nuestros brazos y piernas, para que nuestro cuerpo esté listo si necesita salir corriendo para huir de eso que nos da miedo.